Contar con una buena preparación en la expresión verbal es una necesidad esencial, porque aprender a hablar es aprender a pensar y la Oratoria es el arte de hablar-bien-diciendo.
La danza de la comunicación reside tanto en el ser capaces de comunicar de forma clara y precisa cuáles son nuestras ideas y objetivos como en poseer la capacidad de escucha, por cuanto el escuchar valida el hablar.
Hablamos para ser escuchados, entonces, debemos elegir las palabras adecuadas, porque como sostuviera Wittgenstein “El significado de una palabra es su uso en el lenguaje” y también tener en cuenta la correcta implementación de los aspectos paralingüísticos -tonos e intensidad de la voz, pausas, silencios-; para dotar a nuestro discurso, de variedades melódicas que inspiren, motiven y nos permitan comunicaciones eficientes.
Todos y todas debemos optimar nuestras habilidades comunicacionales orales ya que nos permiten adquirir confianza, expresarnos elocuentemente, trasmitir con convicción; encontrando la esencia de lo “qué” decimos en el “cómo” lo decimos.
Ésta es mi invitación para que juntos/as hagamos que el acto de la comunicación se convierta en una práctica útil, sencilla y placentera.
Lo que aprenderás en el curso:
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Adquirir la confianza en vos mismo/a.
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Mejorar tus habilidades comunicacionales orales.
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Dominar la angustia oratoria ante cualquier tipo de público o interlocutor/a.
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Incrementar el nivel de persuasión y convencimiento.
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Utilizar correctamente la tecnología para lograr un impacto positivo y seguir cautivando.
¿Para quién es este curso?
- Este curso está pensado y planificado para todas las personas de diversas edades, desde adolescentes hasta quienes transitan la tercera edad, que deseen hablar-bien-diciendo. Porque estas habilidades comunicacionales son cotidianas, no sólo forman parte de un perfil profesional u oficio. Todos/as necesitamos de las mismas para el logro de una mejor comunicación eficiente.
- Desde profesionales que necesitan liderar en sus empresas hasta amas de casa que desean comunicarse bien en sus hogares.
- Desde políticos que requieren convencer con sus alocuciones hasta estudiantes que desean brillar en sus exámenes orales.